jueves, 2 de junio de 2016

Los transgénicos y su influencia sobre el medio ambiente.

A raíz de una noticia que leí en Twitter, me pareció un tema importante para tratar y exponer el problema de los transgénicos desde mi punto de vista. La noticia en cuestión era que “La gran multinacional Bayern (alemana) tenía interés en comprar Monsanto (EE.UU)” que es la mayor multinacional de semillas transgénicas del mundo.
No entraré en sí los transgénicos son o no perjudiciales para el consumo humano, lo que quiero resaltar es de qué manera afecta la forma de producción transgénica y su uso en algunos países sobre el medio natural.

En las agriculturas de subsistencia (regiones del sur), el principal problema que tienen es no conseguir alimentar a una población en fuerte crecimiento, en este tipo de regiones el trabajo del campesino es manual y hay muy poca productividad en relación a un trabajo muy costoso, de esta manera se produce la inseguridad alimentaria; en este punto es donde entran en juego los transgénicos para satisfacer las necesidades y mantenerla en estos países.
El uso de los alimentos transgénicos tenía como objetivo paliar la “inseguridad alimentaria” de estos países.

 En el marco internacional podemos obtener dos posibles soluciones:
 - Ampliar las bases de producción: El ejemplo más claro es Brasil, desde los años 50 la agricultura brasileña se ha caracterizado por una extensión muy rápida de las superficies cultivadas, siendo el principal productor de productos agrícolas latinoamericanos, basado en la conquista permanente de nuevas tierras en “regiones pioneras”: es la región de ocupación reciente que se caracteriza por la conquista de un nuevo espacio y su puesta en valor agrario. (Las superficies de las explotaciones se acrecentaron hasta un 15%). Desde los años 40 hasta el año 2000 se han multiplicado las tierras cultivables por 3,44.
Comparativa del bosque monzónico entre el año 1996-2006

Brasil fue aumentando progresivamente este tipo de producción alcanzando en 2003 una marca histórica de exportaciones: 73 mil millones de dólares; pero volvamos atrás, para conseguir esta marca económica han desforestado 632.000 km2 de los 3,68 millones de km2 del bosque amazónico del país para cultivar en estas tierras. La presión ejercida sobre el medio ambiente por los empresarios del “agrobussines” pone en peligro los recursos biológicos de la Amazonia, los empresarios fueron denunciados por los ecologistas pero se escudaron en que los beneficios obtenidos eran indispensables para pagar la deuda pública en Brasil (56,8% del PIB). Los éxitos económicos son indiscutibles a costa de ataques importantes al medio ambiente.
Es un modelo contrario a los principios del desarrollo sostenible, que debe preservar los potenciales ecológicos de los medios para las generaciones futuras.
“Brasil: El bosque amazónico víctima del boom de las exportaciones agrícolas” La France agricole, 20 junio 2004.

- Intensificación agrícola: “la revolución verde”: La India es el segundo país más poblado del mundo por detrás de China; en este país antes de los años 60 existía “inseguridad alimentaria” debido principalmente a dos razones: la precarización del campesino indio y porque los rendimientos de las cosechas estaban muy determinados por las condiciones climáticas, estos dos factores hacían que se hiciera más difícil satisfacer a una numerosa población en crecimiento. Para remediar la “inseguridad alimentaria” se pusieron en marcha desde los años 60 unas políticas de intensificación y modernización de la agricultura.
A diferencia de Brasil, en la India existía una agricultura intensiva dispuesta para sacar el máximo rendimiento de la tierra disponible.
En el año 1966, semillas de trigo y arroces de gran rendimiento se cultivaron rápidamente en India, el éxito de la producción no se explica por los rendimientos de estas “nuevas semillas”, sino más bien por las políticas del gobierno de subvención de semillas, abonos, y los productos fitosanitarios, los precios agrícolas se garantizaban y eran estables. Esta política de choque está en el origen de un aumento excepcional de la producción.

 Ahora bien, el problema radica en que el incremento de la producción también conlleva un aumento considerable de los fertilizantes, de esta manera hemos podido comprobar como el contenido en materia orgánica de los suelos ha descendido de forma preocupante en todo el planeta. La revolución verde ha mermado la fertilidad de los suelos y su capacidad de retención del agua, lo cual hace necesario el uso de una mayor cantidad de fertilizantes y aumente la demanda de agua para el suelo; algo parecido ha pasado con los pesticidas y herbicidas. Este incremento de usos químicos ha contaminado aguas, suelos y alimentos generando importantes problemas ecológicos y sanitarios.
Por otra parte, la influencia del monocultivo ha mermado en un 75% la diversidad de variedades vegetales manejadas en el planeta y en 1/3 las razas ganaderas, lo cual supone una enorme pérdida de riqueza genética y un serio peligro para la capacidad de adaptar nuestra agricultura a posibles cambios ecológicos futuros. Genera importantes problemas de erosión por mantener los suelos desnudos y pobres en materia orgánica, graves problemas de deforestación al ocupar crecientes zonas forestales vírgenes.
La ofensiva de los transgénicos y los agrocombustibles no hace sino agravar el problema porque simpatiza con la lógica de los monocultivos y manejos agresivos de los agrotóxicos.

 La revolución verde ha sido unas de las mayores formas de intensificación pero afectó de manera muy desigual entre las regiones. Estos métodos de producción (la ampliación de las bases agrícolas y la intensificación de la agricultura),  en un principio su objetivo era paliar la “inseguridad alimentaria” que había en estos países, no solo no lo ha conseguido sino que han aflorado o acrecentado nuevos problemas antes inexistentes. El ansia económica de las multinacionales y unos gobiernos con la mirada puesta a la exportación y venta casi exclusivamente al mercado mundial ha cerrado los ojos a los campesinos locales.
Hay que hacer una reflexión profunda sobre este tema porque tiene que haber (y la hay) una nueva vía para combatir este tipo de problemas permitiendo una buena relación entre el ser humano y el medio ambiente: La agroecología.

Párate a pensar.

2 comentarios:

  1. Como siempre, las multinacionales ponen como escusa a los campesinos y a los afectados para llevar a cabo sus planes, para después darle la vuelta a la tortilla y empeorar las cosas...
    Me ha gustado mucho, cuánta razón.

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    1. Sí, el problema es que los gobiernos quieren enfocar su producción para la exportación al mercado mundial con el objetivo de enriquecerse, eso causa grandes problemas al campesino autóctono, a veces, incluso desplazándolo.

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